Perdonada una deuda de más de 76.000 euros a un hombre que inició un proyecto hostelero que se vio frustrado por la pandemia
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Para hacer frente a los préstamos solicitados, las entidades bancarias le ofrecían nuevos créditos con cláusulas abusivas
La Justicia ha aplicado el mecanismo de la Segunda Oportunidad a un empresario madrileño y le ha perdonado una deuda de 76.382 euros que tenía acumulada a raíz de que se endeudara durante la pandemia del coronavirus por la inversión realizada en un negocio del sector de la hostelería que no llegó a funcionar.
Ha sido la magistrada juez titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Ana María Gallego, la que ha emitido esta sentencia a la que ha tenido acceso Economist & Jurist y la cual concede la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI) al empresario, al considerar que el mismo es un deudor de buena fe.
La socia fundadora del despacho especializado en Derecho Concursal y que ha defendido al actor, Marta Bergadà, de Bergadà Abogados, señala que su cliente para poder hacer frente a los préstamos que había solicitado, contrató nuevos créditos con cláusulas abusivas, lo que provocó que se endeudara cada vez más hasta encontrarse en una situación insostenible. “Las entidades bancarias se lo pusieron en bandeja para que su endeudamiento fuera cada vez mayor, ya que, como a muchas personas, le dieron todas las facilidades para contratar préstamos nuevos sin asesorarle que esa no era la manera correcta de poner fin a los anteriores. Y todo ello con intereses elevadísimos”, afirma la abogada.
No obstante, Bergadà celebra que la justicia haya fallado a favor de su cliente, ya que tras demostrar que se trataba de un deudor de buena fe, se le ha concedido la exoneración del pasivo insatisfecho. En este sentido la abogada recuerda los beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad en casos como el enjuiciado. “Nuevamente, nos encontramos ante un caso que demuestra que la pandemia del coronavirus fue realmente dura con los emprendedores, ya que fueron muchos los que con ilusión quisieron emprender sus negocios, pero estos no llegaron a abrir sus puertas, quedándose endeudados. Hay que insistir en que siendo deudores de buena fe la Ley de la Segunda Oportunidad está de su lado para que puedan olvidarse del pasado y afrontar el futuro con ilusión”.
Los hechos
En el presente caso, durante la pandemia de Covid-19 el actor tuvo que teletrabajar, lo que le supuso un desahogo enorme al tener que dejar de costear su vida en Madrid y poder vivir en casa de sus padres, en otra provincia. Sin embargo, al tener gastos en la capital, el hombre se replanteó su situación laboral e inició un proyecto hostelero que quedó frustrado por no ser el momento adecuado para iniciarlo.
Para dicho proyecto el actor solicitó créditos, pero se vio en la necesidad de volver a su situación anterior y puesto de trabajo, teniendo que destinar parte de ese dinero para su propio sustento en Madrid, donde tenía un alquiler de 800 euros sin incluir otros gastos, tales como suministros de la vivienda, gasolina, alimentación, etc.
A ello, hubo que sumarle que también tuvo que someterse en diversas ocasiones a importantes tratamientos de ortodoncia, por lo que tuvo que destinar también dinero a su salud bucal y dental. Incluso, para poder cubrir los créditos solicitados, no tuvo más remedio que pedir otros, cuyos intereses son eran muy elevados, habiendo demandado recientemente también a varias entidades bancarias por las cláusulas e intereses abusivos.
La deuda económica se fue haciendo cada vez más grande hasta el punto que casi todo lo que cobraba el actor en su nómina se iba en pagos. Por ese motivo, se vio en la necesidad de vender su coche y comprarse una moto vieja para desplazase y seguir haciendo frente a sus obligaciones.
Una segunda oportunidad
Pese a tener una buena nómina, el hombre se vio inmerso en un bucle de créditos con los que no pudo cumplir ni conciliar con su propio sustento. Hasta que en marzo de 2023 encontró un webinar que en su día organizó Bergadà Abogados sobre la Ley de la Segunda Oportunidad. En ese momento contactó con el despacho para exponerle su caso y ver si podía acogerse a dicha ley.
La abogada Marta Bergadà señala al respecto que tras estudiar el caso comprobaron que se trataba de un deudor de buena fe y, por lo tanto, se podía acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad.
De este modo, se inició el procedimiento, el cual se alargó más de lo previsto por la huelga que convocaron en su momento los Letrados de la Administración de Justicia. Pero todo cambió cuando el titular del Juzgado Mercantil número 12 de Madrid emitió el correspondiente auto mediante el cual perdonaba al actor una deuda de 76.382 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Fuente: https://www.economistjurist.es